lunes, mayo 19, 2014

Ser Géminis y otros trastornos....



"Géminis (Mayo 20-Junio 21): es el signo de los gemelos y, como tal, su carácter es doble, bastante complejo y contradictorio (...) Suelen tener elegancia y caer en los errores de los jóvenes. Tienen la felicidad, el egocentrismo, la imaginación y la inquietud de los niños. Los Géminis empiezan nuevas actividades y retos con entusiasmo, pero muchas veces les falta la constancia para realizarlos. Consideran que la vida es como un juego y buscan la diversión y nuevas situaciones. (...) Se desaniman con facilidad (como los niños) cuando no consiguen lo que quieren, y les gusta recibir atención, regalos y halagos (...) La inteligencia y capacidad mental de los Géminis hacen que les encantan retos cerebrales y nuevos conocimientos, aunque el proceso de aprendizaje tiende a aburrirles. Tienen gran capacidad analítica."
Nací un 18 de Junio un Jueves cualquiera a inicios de la última década del milenio pasado.  Quizás sea culpa de las estrellas que mi vida sea como sea... porque si hubiese nacido cuatro días después, según muchas páginas, revistas, esotéricos, e incluso algunos astrofísicos, mi personalidad y desarrollo de mi ser habrían sido distintos.
No hay conflicto más grande que el que se tiene con las dos mitades. Y si tienes las dos mitades dentro... CATAPLUM! de vez en cuando se chocan y causan lo que causan las placas tectónicas de nuestra madre tierra, pero en el corazón (o en el cerebro).

Un día quieres ser hippie y amar a todo lo que proviene de la naturaleza, pero a los diez minutos tomas un bus y sientes que debiste vestir de negro y que al mundo le hace falta una plaga porque hay demasiada gente fea.
Luego a la semana siguiente sientes que te quieres comer el mundo, y haces planes para viajar a París y sacas cuentas de cuánto ahorrar, cotizas hoteles y  ya piensas qué filtro usar en instagram para tu torre Eiffel.... y ves tu postal de Turquía y te desanimas, y crees que extrañas a tu gente y quieres volver a Estambul... porque París puede esperar un par de años más después de veintiuno... y luego no... luego tomas un café en Juan Valdéz y crees que Colombia es lo mejor del mundo y empiezas a gastar tus pobres ahorros en mocca.
Vas a Panamericana a comprar El Diario de Anna Frank porque te sientes muy histórica y lo necesitas como al aire.... y sales con el libro de Sascha Fitness porque estaba en el primer mostrador y de repente eres una chica fresa que lo que quiere es estar en forma...

Te pones a pensar en cuántas veces te ha sucedido eso con una persona... lo quiero, no lo quiero, lo quiero no lo quiero no si no si no si NO NO NO.... ocho meses... un año... varias relaciones fallidas después... cuatro años... SÍ!  SÍ! SÍ!Te decides y lo quieres. Lo empiezas a extrañar cuando no está, y eso te gusta porque es nuevo y no recuerdas cuándo extrañaste a alguien que estuviera cerca... mandas mensajes cada vez que puedes y te esfuerzas porque esa persona esté feliz, y por serlo tú también. Aprendes a morderte la lengua un par de veces y te envenenas incluso cuando tienes rabia pero sonríes, porque además, aprendes a elegir el momento y la forma para decir las cosas... porque a esta persona no le quieres lastimar (de nuevo)... aprendes a ser menos gemela en una, y más libra, más equilibrio. 

Pero un día te preocupas por cosas estúpidas por las que no debes preocuparte, pero la experiencia te ha tatuado que sí debes.... notas gestos nuevos, distanciamiento, reducción de mensajes (aunque sigan siendo miles diariamente), reducción de llamadas al nivel de cero... empiezas a verte en la tarea de pedir cosas que no se deben pedir, que ningún ser humano debe pedir.

Porque tu error consistió en preocuparte porque estaba enfermo y en cita con un doctor, a la cual no pudiste acompañarlo... porque quisiste que te llamara luego de la cita y lo hizo después y te preocupaste de más... y porque al preguntar qué pasó su respuesta es un '¿Qué querías? ¿que te llamara durante la consutla?"
Y sólo por esa tontería te asustas, porque las relaciones no deben ser así cuando apenas empiezan, cuando apenas van en el primer mes... cuando apenas se están conociendo. Supongo que es lo malo de ya conocerse bien...
Y empiezas a tambalearte, y te caes del platillo de la balanza de Libra y vuelves a tu constelación original... a tus gemelos indecisos que miran cada cual para su lado sin decidirse... y empiezas a creer que, además, no eres la única, sino que también hay un indeciso que no está seguro de qué quiere o de cómo demostrarlo. Y te llenas de rabia porque te hace sentir mal... porque te hace sentir un poquito menos, y porque te das cuenta que no debiste morderte la lengua nunca... que tú eres tú, lo dice Cosmopolitan y el Cosmos...Que no hay que nacer en Junio para tener dos mitades opuestas. Debí nacer en un mes distinto. Pero bueno... al menos mi capacidad analítica es excelente, dicen. 

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