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miércoles, junio 12, 2013

Cosas egoístas que no sé como explicar

Siempre he sido de esas personas que aman su cumpleaños y se sienten los dueños del mundo cuando ese día llega. Siempre me ha gustado cumplir años, por supuesto, porque aún estoy joven y no tengo que preocuparme por tantas cosas que llegan con la edad; pero además, también soy de esas personas que tienden a deprimirse un poco porque el famoso día nunca es como se piensa, se desea, se planea o se quiere.

Mis últimos cumpleaños no han sido maravillosos.
Cuando cumplí los 18 estaba muy emocionada, pero era fin de semana de votaciones gubernamentales, por lo cual había toque de queda y ley seca (no beber licor), así que no celebré como me habría gustado.
Al cumplir los 19 era novia de F y planeé una reunión sencilla en casa con unos amigos.... nada podía marchar más perfecto, recibí flores, vinieron las personas más cercanas, la comida era deliciosa... pero claro, era mi cumpleaños y algo debía salir terriblemente mal:  horas antes de la llegada de los invitados, a mi peluquera se le dió por hacerse odiar y mi pintó el cabello de un negro azabache horrible, muy muy muy y mucho más oscuro de lo que quería con mi marrón chocolate. Por varios meses me ví como una cantante de rock en rehabilitación. El negro no es mi color y eso, naturalmente, me arruinó el estado de ánimo todo el día  y todo el verano.
Cuando cumplí veinte parecía ser el cumpleaños prometedor... Estaba en Turquía conociendo un país y lugares y personas nuevas... ese día llegaron seis de mis 19 compañeros de campamento, dos de Marruecos, una de Ucrania, una de Estados Unidos, y dos de Eslovaquia... eran niñas encantadoras... y yo las recibí con la peor gripe que me ha dado en la vida ( y no exagero), tenía fiebre de 39 grados, la nariz demasiado congestionada, malestar en el cuerpo y una sensibilidad a millón. La gripe me duró dos semanas y el día de mi cumpleaños fue el pico.

Este año no parece que será la excepción...
mi madre que, para los que no saben, sufre de trastorno bipolar, ha caído en crisis y está hospitalizada. Y no, no es el tipo de hospitalización de intravenosas y camillas. Está en un lugar 'de reposo', con otros enfermos mentales que no pueden ni comer solos. Es deprimente porque no, mi mamá no está loca, sólo tiene un problema de los nervios.
Lo realmente triste es que ya estamos tan acostumbrados en mi familia a lidiar con esta situación que cada quien sabe lo que le corresponde hacer cuando mi madre está en el hospital, o en el intento de hospital.
Mi madre cumple años 10 días primero que yo, y fue este sábado ocho de junio. Pedimos un permiso especial para traerla a casa en su cumpleaños y nos extendieron el plazo hasta hoy en la mañana. La tuvimos en casa, le partimos una torta y le dimos regalos. Ella, drogada con risperidona y lorazepam hasta más no poder, trataba con sonrisas adormecidas el darnos las gracias y ser feliz y caminar sola, en vano por supuesto.
Por fortuna es posible que al salir no recuerde mucho eso, eso espero.
Pero no sabemos cuándo va a salir. Cumplo en ocho días y dudo mucho que mi madre esté en casa para esa fecha, o que aún si lo está, esté suficientemente bien de ánimos como para celebrar algo en casa o tenerme afuera.
Pienso en lo triste que será visitarla en mi cumpleaños, de dos a cuatro de la tarde, y que ella esté en ese estado. Pienso que será muy triste que al recuperarse del todo, recuerde como pasamos nuestros cumpleaños. Y pienso que será aún más triste que por el hecho de ella ser mi madre y conocerme tan bien como me conoce... sepa que es un día que he planeado por doce meses.
Pero eso es lo de menos... no se tratará de mi cumpleaños. 
Odio que mi madre, una vez más, se pierda una fecha especial en la familia.
El grado de colegio de mi hermana, de mi prima Milú, mi grado de primaria, la primera comunión de mi hermama Lelo, y los primeros seis meses de vida de mi hermanita MiniJulieta...
Me siento triste porque, una vez más, temporalmente, no tengo mamá.


miércoles, mayo 15, 2013

Girl Power

Para los que no sabían, soy estudiante (que mierda!) y hace tres años trabajo en una ONG como traductora. Es un trabajo de infierno pero me ha traído ingresos a lo largo del tiempo y con la ventaja de que siempre lo hago desde casa. Por lo general me llaman cuando hay cartas para traducir (un promedio de 400 mensuales), las recojo, las llevo a casa, las traduzco y las entrego con la cuenta de cobro. Es relativamente fácil.
Hace ocho  meses además, a razón de una deuda millonaria (en pesos colombianos no es tanto) que tenía con mi hermana y su banco, decidí tomar un segundo empleo dado que no ganaba lo suficiente para pagar los tres millones que debía (1700 dólares), así que empecé a trabajar como guía de turismo en una agencia de viajes. Al principio, por mi poca experiencia (mi úinico trabajo había sido en la ONG y algunos eventos) mi único trabajo era llevar a los pasajeros desde su hotel al aeropuerto y viceversa. Sí. Yo era y soy de las niñas monas estúpida paradas con un letrero 'Mr. Tourist & Co' en las llegadas internacionales. Les doy la bienvenida, los subo en la van y rumbo al hotel, explicándoles cosas de la ciudad y dándoles una cálida y fraternal bienvenida con sonrisa de McDonald's.
Con el tiempo me han dado trabajos más importantes, como un tour a los carnvales en Barranquilla y a las islas del Rosario, aunque sigo con lo del aeropuerto.
Esta mañana precisamente, con el inicio de temporada de verano, tuve dos clientes canadienses para recoger y llevar al aeropuerto. Naturalmente debo verme princesa y divina y mostrarle al mundo que no tengo poros en la piel del rostro y que mis labios son completamente exquisitos y mi cabello es digno de un personaje Disney. Mi presentación personal debe ser siempre impecable, lo que significa que debo planchar mi uniforme, que consiste en unos vaqueros azules y una camiseta polo blanca con el logo de la empresa y mi nombre en una plaquita metálica.
Esta mañana estaba dedicada a planchar mi camisa, que no usaba hacía dos meses y de repente se acerca Mamá Dragona por detrás con voz de asesino sigiloso y me dice suavemente:

NO SABES PLANCHAR

Mi instinto de hija me alertó de una charla antifeminismo de inmediato. Y no me equivoqué.

"Juli... debes agarrar la plancha así. La camisa es blanca así que si quieres evitar manchas, pasa una vela por la plancha caliente... no la dobles así, apóyate así, mira como está el cuello... el logo lo planchas al revés...." Y no paraba mientras yo me hacía nudos con los codos buscando la posición correcta para verme impecable. Todo iba normal hasta que mi madre soltó la bomba-oráculo-predictiva:
SI NO APRENDES A PLANCHAR, NO TE VAS A CASAR NUNCA, OISTE? NUNCA

Qué ganas de casarme y de aprender a planchar.
Por nacimiento y defecto de fábrica, soy anti ama de casa. Aseo MI cuarto y lavo MI ropa y MI plato. Pero no hago MI comida ni sé planchar MI ropa. En fin... que aunque tenía ganas cero de reprocharle a mi madre ese comentario, no pude evitar pensar en lo malo que es que una mujer tenga ese pensamiento a estas alturas de la vida y con tanto calentamiento global.
De verdad que detesto que los hombres exijan que les cocinen como su santa madre lo hacía, una mujer que probablemente abandonó carrera para criar a sus hijos, y que además, su madre le enseñó a cocinar por las mismas razones. Detesto que una mujer tenga la concepción (bien infundada) de que debe verse perfecta, cocinar como los dioses, limpiar como si tuviese ocho brazos, ser fértil, buena madre, cariñosa, aseadísima, pulcra, de faldas largas etc para tener un hombre a su lado. Es muy de los cincuenta señoras!!!
No lo digo para defender mi triste posición porque haya nacido sin el talento de agregar la cantidad correcta de condimentos, no, es que de verdad... Es eso lo que hace o deja de hacer una relación? un matrimonio?
Oh querido... ya llegaste! Mira como te saludo
con amor y comida


Si a los hombres les parece tannnn importante, entonces que tenga auto, que me abra la puerta, me arregle la silla, me mantenga, me entregue su sueldo, me trate como reina, me compre una casa, le dé dinero a mi madre y me haga tener seis hijos, porque los hijos son un regalo de Dios y hacen que el hombre tenga herederos. Ya. Me salí del tema. 

El caso es... qué tristeza que una mujer piense así. Especialmente mi madre.

domingo, marzo 24, 2013

45. De cuando yo soy la mamá y MamáDragona es mi hija

Sin desmeritar el amor que siento por mi padre y mis hermanas, mi madre es mi persona favorita en mi familia (junto a MiniJulieta, por supuesto). Ah y que nadie me venga a juzgar porque todos tenemos un favorito en la familia, hasta creo que los padres tienen hijos favoritos o esos con que se llevan mejor, etc, etc.
En fin, que mi madre es muy especial.
Como he mencionado antes, a veces, en especial cuando recuerdo los 90's, mi  mamá era una Dragona. Era mala malísima, como Cruela Devil mata cachorritos dálmatas. 
Pero como todo... ha cambiado. (A veces creo que mi mamá ha sido la mejor del mundo mundial,  y yo la veía mala por la edad... o si no, era mala de verdad porque me lo merecía- Era una patada en el culo de hija).
Hace meses mi hermana mayor, D, y mis primas Milú y Angie empezamos un plan estricto de ejercicios. Milú nos lleva la delantera con la super dieta y bueno, que siempre ha sido buena para eso. Angie es la que más peso ha perdido porque es la mas pesada, D  y yo, por supuesto, quedamos de ultimas por ser las más ocupadas y las más flojas, aunque en eso último ella me ha ganado. Yo he seguido mi plan de dieta y ejercicio casi que religiosamente y D lo hace cuando quiere y pagó el gimnasio porque el dinero le estorba. 
El caso es que somos dos hermanas contra dos hermanas... y mi hermana y yo vamos perdiendo... y hace un tiempo descubrí la razón: mierda de genética.

Es obvio que a los padres se les heredan muchas cosas. Yo terminé siendo una mezcla de padres y abuelos y un poco de tíos. Tengo el pelo de los dos y de dos colores (porque es aparentemente castaño pero sobre la nuca me crece rojo desde siempre), los dientes cuadrados del vecino, las manos de mi padre, la piel de mi tía, las piernas de mi abuela (gracias abuela, muacks muacks)....en fin.. que de mi madre, hasta hace días, pensé que sólo tenía las cejas (delgadas casi perfectas que parecen sacadas, pero en un tono de color mas claro que mi pelo así que en fotos ni se ven naturales, pero bien, gracias madre, me has ahorrado un chorro de dinero en cuchillas y cera)... Pero me equivoqué... le he heredado la pereza antigimnasia! la alergia al deporte!!... la repulsión al sudor y endorfinas.... el terror a los entrenadores... El amor a la cama...
MADRE.... SOY TU HIJA!!!

Cuando al fin me volví adicta a Insanity, ejercicio anaeróbico que hago en la sala de mi casa diariamente, mi madre se limitaba a vernos sufrir a mi hermana D y a mí, y a veces, a reírse. Es mala, muy mala.... que no los engañe la voz de personaje Disney. 
Peerooo... los días de pereza a MamáDragona se le acabaron! SI! >:)
Hace poco más de dos años, le diagnosticaron un problema de azúcar elevado a mi madre, así que DEBERIA hacer dietas especiales y ejercicio, cosa que NO hace. 
Mi papá siempre ha sido deportista, mi hermana Lelo también, por ende... mi madre es la única en casa que no hace nada, y con esa excusa, la pusimos a sufrir con Insanity. Es un programa de sesenta días. Mi madre tuvo un record de dos días seguidos y el día tres lo hizo en la segunda semana.... Imposible.

Optamos, después de una reunión familiar exhaustiva, por inscribirla en un gimnasio que no quede tan cerca, que pueda ir en mi bicicleta durante la mañana y listo...
Le hemos dado el dinero para la inscripción el Jueves en la tarde. Al llegar de la universidad, le pregunto si pagó el gimnasio y me responde que sí.
-¿Cuando empiezas?
-ah... este... mm.. no sé.
-¿Cómo que no sabes, si acabas de pagar?
-Es que no pagué completo
-¿No te alcanzó el dinero?
-Sí, pero si pagaba completo, debía empezar en semana santa, y quiero comer dulces. Después de semana santa empiezo.
-Dios madre... está bien, le dijiste a mi papá?
-Mas o menos... le dije que empezaba después del lunes festivo de semana santa y que no me alcanzó el dinero.

Comprobado: TODO, TODO en la vida es hereditario.


lunes, noviembre 26, 2012

23. Quizás, que gracias a la vida hoy te quiero más

1996

Algo de lo que estoy segura que no padezco sola es el convertirme en mi madre lentamente al crecer. Estoy segura que muchas mujeres pasamos por esa sorpresa en que decimos algo y nos quedamos con los ojos abiertos como platos soperos pensando "por Dios por Dios (eco) soy mi madre".

Mi madre es una buena persona. Y no lo digo sólo porque sea mi madre. Tiene un corazón de algodón y es una mujer muy sensible. Algún día contaré su historia. Pero el caso es que mi madre, cuando yo era chiquilla y fea, era muy odiosa. Sentía que me regañaba por todo y yo no podía esperar a que fueran las seis de la tarde a que llegara mi alcahueta papá a rescatarme de Mamá Dragona. La que usaba siempre collar de perlas, que me hacía tomar la sopa, incluso si se enfriaba, porque si se enfriaba era mi culpa por tomármela en tres horas, además, Mamá Dragona me hacía lavar las manos muchas veces al día, me peinaba apretadísimo que sentía que me dejaba los ojos chinos en una cola de caballo, y por si fuera poco, Mamá Dragona me obligaba a hacerle márgenes a mis cuadernos y mejorar mi letra y si lloraba o reclamaba algo, me apretaba la oreja y me dejaba llorando fuerte por horas diciendo "para que llores con gusto". Claro que el dolor era casi nulo, es que mis hermanas y yo éramos unas dramáticas y nos encantaba fingir dolor y exagerarlo todo. En eso mi padre no se quedaba atrás, a menudo nos amenazaba con pegarnos con una de sus medias. Nos daba más una sensación de cosquillas físicas, pero psicológicamente, las medias de mi padre siempre nos causaron auténtico terror.

Pero en fin, que durante mi infancia mi mamá era la mala del paseo, porque siempre me llamaba por mis dos nombres y tres signos de exclamación, que variaban con los años

1996:
(justo antes de la foto)-Julieta Fiammata!!! deja de comerte las uñas!
-Julieta Fiammata!!! no te salgas de la linea. Empieza de nuevo
-Julieta Fiammata!!! que te la tomas toda dije ya! Carajo!

1998
-Julieta Fiammata!!! le vuelves a cortar el pelo a las barbies y te corto el tuyo!!!
-Julieta Fiammata!!! no te comas las uñas. No te muerdas los labios, cuando tengas novio, no te va a querer besar 
Y qué rabia me daba eso, y pena porque la idea de tener novio me daba vergüenza.

2000
-Julieta Fiammata!!! deja de  hacerle maldades a la bebé
-Julieta Fiammata!!! ya hiciste las tareas? me imagino que no, venga que si no el niño Dios no le pone regalos

2002
-Julieta Fiammata!!! ven para que aprendas a lavar los platos
-Julieta Fiammata!!! deja de comerte las uñas


Y la mejor de todas y más terrorífica era los Domingos cuando daban maratones de las Guerreras Mágicas y Sailor Moon

-Julieta Fiammata!!! Como te vea de nuevo viendo los muñecos esos todo el día, te arranco las orejas!

Pobre Julieta peque, no sólo tenía que lidiar con un cabello rizado y rebelde, orejas grandes, pérdida de dientes de leche, sino que tenía que aprender a ser una damita que no se comiera las uñas, lavara platos e hiciera tareas.  
A veces podía de veritas odiar a mi madre en secreto. Aunque en realidad no la odiaba a ella, odiaba las frases que usaba para amenazar. 

Pero ahora que mido veinte centímetros más que ella, y que mi madre ya no me parece una Mamá Dragona, se ha convertido en una gran amiga. Desde que entré a la universidad le he contado mis momentos estresantes, mis peleas con novios, mis pérdidas de amigos y mis sueños. Ha sido un gran apoyo y una gran pista de aterrizaje cuando caigo en picada. 
Pero el otro día, ahora que Minijulieta, mi hermana menor y miniclon, está de vacaciones, me percaté que pasó sentada en el computador viendo 'los muñecos esos' por más de nueve horas. Algo impresionante.

 Y me encontré a mí misma diciéndo "MiniJulieta MiniFiammata!!! si no dejas de ver los muñecos esos te arranco las orejas!!!"

Por cierto, aunque aún no me tomo la sopa... pero sí he dejado de comerme las uñas.

lunes, octubre 22, 2012

8. El amor, por definición, es un regalo no merecido.


Nunca ha habido ni habrá algo más desgarrador que ver a mi madre llorar y escucharle suspiros que vienen más de su corazón roto que de sus pulmones.
Yo, que quizás nunca he amado como ella, sé lo que es estar tocando más allá de lo que llaman fondo y ansiar desesperadamente que la muerte nos alcance, sólo porque el corazón destruido no deja de latir y dar intentos de vida... Yo, que siento que he sufrido demasiado, no alcanzo a imaginar su dolor.

Las madres, como los poemas, son delicados y sagrados.

Miré a los ojos a mi padre y le dije ''¿qué sentías al ver a mi abuela llorar por mi abuelo? Es probable que eso mismo sienta yo por ti ahora.''
Sin desmeritar el amor que siento por mi padre, mi madre me ha quebrado el alma. Quisiera arrancarle el corazón y cambiarlo por el mío, que su dolor fuera mío.
Pero es que si mi madre tuviera mi corazón, no mereciera tanta gentileza.