jueves, agosto 07, 2014

La relatividad de las 'bendiciones' y porqué soy una 'Playa'

 A menudo siento, gracias a mi manera de ver muchas cosas, que no soy la mejor de las personas., que de hecho, soy demasiado ‘ácida’ para decir ciertas verdades no absolutas, que la mayoría de las personas conocen, pero no aceptan en voz alta. Es que soy de esas personas que la mayoría de las veces no se preocupa demasiado en herir susceptibilidades. Esta es una de esas verdades en una de esas veces:

Para entrar en contexto primero, debo decir que terminé la escuela en un instituto donde la mayoría de los estudiantes son de estrato 1 y 2, y a veces, hasta cero. Esto quiere decir que la educación que se recibe en ese plantel no es la más completa, aunque para hacer honor a la verdad, sí tuve excelentes profesores en algunas asignaturas. Pero además, para hacer honor a mi verdad, siempre he creído que las personas de estratos bajos son de estratos bajos por herencia, y tienden a heredar lo mismo. La pobreza económica comienza en la pobreza mental… Seguro algún filósofo famoso habrá dicho algo similar y subconscientemente me lo esté copiando. En resumidas cuentas, En mis últimos tres años de colegio estuve rodeada por personas con diferentes niveles de educación (en casa) y muy contrastadas formas de soñar  y de ver el tan deseado ‘éxito’.
Afortunadamente terminé el colegio en el año 2007, hace ya casi una década, y es muy a propósito que no mantenga contacto con más de tres o cuatro personas, exagerando el número. La verdad, esos tres últimos años estuvieron llenos de ansiedad por terminar, no tanto para entrar a la universidad, no… eran deseos de salir de ahí y rodearme de otro tipo de personas. Personas más como yo. Personas que no piensen como describiré más adelante.
Y es que hace un par de semanas empezó a sonar en Facebook la idea de una reunión de egresados de la promoción. No me emocionó mucho, la verdad, pero todos empezaron a agregarse o a escribirse en el muro, a ponerse al día con sus vidas, y a preguntar qué de nuevo había, aparte de los obvios kilos ganados por todos a lo largo de los años, incluyéndome. Yo, que soy experta en ignorar invitaciones y mensajes en Facebook, fui leyendo lentamente de las vidas de personas en las que no pensaba desde el día de mi graduación.
No tardaron mucho en preguntarme qué había sido de mi vida… y… ¿qué ha sido de mi vida desde que terminé el colegio? Pues no soy el ejemplo del éxito que todos hubiesen pensado en mi discurso de grado con mi toga y mi birrete de un gris horrendo… no. Pero tampoco me va tan mal. La verdad no me molesté en responder. Empezaron a hablar de sus hijos, de teteros, de lo caro de los  pañales, y que a veces no había para comprarlos… cuando otra persona ya había formulado la pregunta que me dejó sin habla…
Madre adolescente: Pérez ¿CUANTOS HIJOS TIENES YA?

De inmediato escribí que cero, que no tenia hijos ni vivía con ningún ‘marido’ (como le dicen acá a los hombres que viven en unión libre *facepalm*). Varias de mis ex-compañeras de inmediato no lo podían creer, si ya tenía más de veinte años ¿sin marido? ¿sin hijos? Qué perdedora les debí parecer.

Madre adolescente: No te lo puedo creer Wendy Pérez… ni uno solito?

No lo podía creer yo… ¿Desde cuando no tener hijos a los veintidós es una vergüenza? De hecho, si alguna sensación debe producirme, es orgullo.

Wendy sin hijos: no. Al cielo gracias

Y la respuesta que me enojó, más por lo hueca que por el perdido intento de ofensa fue esta:

Madre adolescente No. 2: mija estás en nada… te vas a dejar coger de tus 25 sin hijos.

HIJOS. En PLURAL.

Wendy sin hijos: Sí… obvio. Lo único que quiero es graduarme. Ya termine la carrera, sólo me falta terminar mis prácticas.

Madre adolescente No. 2: uy sí… verdad que tu no estudiaste una teconolojía. A mí sí me gusta trabajar de una, kien ubiese pensando que  tú estarías así

No lo podía creer. Esa gorda de 80 kilos y dos hijos, que acababa de decir que no le alcanzaba para comprarle los pañales a su bebé, sentía lástima por mí. Porque elegí una carrera de cinco años y no una de dos, y porque creo que si se va a tener hijos es para que no le falte nada, cuando a mí ya no me falte nada….
Hice lo que pocas veces hago. Me mordí la lengua (las manos, porque escribía). Hasta que mi excompañero Jacob* entró en la conversación y les dijo “ella pa’ qué quiere hijos? Yo por ahí la veo con un montón de gringos por europa o algo por allá… eso donde fue?”

Pero Madre adolescente No. 2 contestó por mí:

Madre adolescente No. 2: ay yo no sé la gente acá pa’ qué se quiere ir por esos laos… nada como mi Kartagena bella… yo de aquí no salgo, eso es pa gente que no tiene nada en la cabesa y quieren es rumbea’ y no piensan en sus hijos ni en su marido, ni en su FUTURO.

Tuve que abandonar la conversación para no atacar a bebés feos ajenos. Pero antes tuve que responderle:

Wendy sin hijos: 1. No tengo hijos porque no he querido dejarme ‘preñar’ de cualquier loser que se me pone enfrente y sin trabajo, o que trabaje en una buseta. Loser es perdedor en inglés. 2. No estudié una carrera tecnológica con G, porque aspiro a ser jefe y no auxiliar.  Y 3. El que crea que Cartagena con C es la mejor ciudad del mundo es porque no ha salido de aquí o porque ha viajado sin plata.

Nunca estuve tan feliz de no tener nada que ver con personalidades tan mediocres. Es que me repugna la idea de que una joven de mi edad o ligeramente mayor… tenga como mayor aspiración en su vida llenarse de estrías, tener tres hijos de tres hombres, o en el mejor caso, de un hombre que la mantenga, y vivir por siempre en el apartamento de su suegra en un cuartico apretado, sin carro, sin casa, sin título, sin saber inglés, sin viajar, y teniendo a esos pobres niños tan descuidados… porque yo sería incapaz de subir una foto de mi hija de dos años o menos, desnuda jugando en el patio de la casa con una muñeca rota. Supongo que ese futuro le espera a los hijos de sus hijos. La pobreza se hereda.
Madre adolescente No. 2 se ha ofendido y ha osado escribir en mi muro:
"eres una beach, tu 100pre tan creída. Te veré preñada y llena de hijos de varios maridos". 
Lo borré antes de que un homo sapiens de verdad pudiera leerlo. 

¿Qué hice mal? ¿Muy mal? Muy inmaduramente, se me salió la adolescente resentida que fui en el colegio, que odiaba a todas esas niñas mal habladas que pensaban que una mitocondria era un animal de China o que un hipérbole era una forma de triángulo… 
 Le escribí en el muro a Madre adolescente No. 2, la que siempre me odió y siempre odié…
“¿tienes para comprar tus pañales? Te los regalo?”

Prometo hablar de este tema de una forma más objetiva, madura y profunda. Pero honestamente…. ¿POR QUÉ HAY GENTE TAN MEDIOCRE? Supongo que a los ojos de ellos, yo también lo soy…. No soy madre, ni tengo un diploma que me permita ser auxiliar o asistente de algo… ni tengo un hombre que cobra en los buses que me mantiene, o tiene una moto y con eso se ‘rebusca’ diariamente… tampoco tengo una suegra que vive conmigo y me enseña cómo criar a mis hijos de la manera correcta, ni debo quejarme porque me quedó la panza llena de estrías o la marca de mi cesárea se nota demasiado. Sobra decir que la reunión de la promoción es hoy (7 de agosto) y tengo cero ganas de escuchar a esa gente hablar de cómo preparar un buen tetero, sin desperdiciar fórmula para que salga más barato. 

La ortografía fue exagerada. Para mejorarla. No puedo ezcribiir azzí.

1 comentario:

  1. me pongo de pie... me quito el sombrero... y BRAVO.
    Como cosa rara, me identifico.

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