viernes, diciembre 20, 2013

Changes


Bueno...
rara vez cumplo las entradas que prometo en el blog con eso de que 'ya les contaré'.... por lo general se me olvida, o las escribo y terminan por no gustarme y quedan en borrador. 

Pero por lo del fin de año, que los que ya me conocen saben de mi nostalgia, me siento perdida. Más que nunca, y hoy les contaré porqué.
Soy una persona muy cuadriculada, necesito de estímulos siempre para poder hacer las cosas, y como buena géminis, me aburro fácilmente de casi todo, como los niños caprichosos que quieren un juguete y cuando se lo dan, ya como que no lo quieren tanto. 
El caso es que a mis veintiún años estoy en un momento de mi vida muy parecido al de los adolescentes de dieciséis. No sé qué hacer.
Estoy a seis meses de acabar la carrera (con sólo dos materias-clases-cursos-lecturas o como les digan), queriendo empezar la tesis de grado y las prácticas empresariales (internship)...
Los planes que hace doce meses tenía más claros que el aire, los he deshecho por completo. O casi por completo. He empezado una relación con Jaime, llevamos saliendo desde finales de Julio y somos novios desde Septiembre. 
Empezar una relación implicaba muchas cosas para mí... la primera era sentirme lista. No hacía mucho que me sentía enamorada de un extranjero que prometía cumplir un par de sueños ya deshechos, y mis inseguridades y complejos no andaban en su mejor momento. 
Como siempre he tenido el sueño-meta-deseo-necesidad de largarme de esta ciudad apenas tenga mi diploma, tener una relación implicaba plantearme lo siguiente: 
1. La relación tendría fecha de vencimiento desde el día primero. 
2. Ese hombre especial debía querer lo mismo que yo, y pelearlo.
3. Debía renunciar a irme de aquí para que mi relación funcione. 

Ojalá todo fuera tan fácil. 
El caso es que empecé la relación y todo iba y sigue yendo bien entre los dos. Estamos enamorados y la verdad, hace mucho tiempo que no me sentía correspondida. Éso sí es algo nuevo que Jaime me ha dado.

Pero soy una mujer soñadora. Es decir, me alimento de sueños, son como el aire. Mi placer es viajar y es mi meta más grande en la vida... quiero hacerlo ya, ahora que estoy joven, ahora que estoy viva... así que me empeñé en cambiar de trabajo para aspirar a un mejor sueldo, una estabilidad que me diera la posibilidad de ahorro... Lo conseguí por cuatro meses pero no soporté a mi jefe, así que me fui... y no ahorré nada.

Diciembre es un mes que me pone a pensar siempre, como a todos, en las cosas que pudieron ser y no fueron, en los planes y sueños que se prometieron y no se cumplieron. Diciembre no deja de ser, la mayor parte del tiempo, una de mis más grandes pantallas iluminando mis fracasos. Y precisamente hoy hablaba de la única segunda fecha del año que me pone igual de malas... Junio, mi cumpleaños. Hoy hablaba de mi cumpleaños con Jaime y le comentaba que estaba harta de planear siempre pasarla bien cuando nunca se me da... Y eso, compañeros, es algo que aunque sea tonto para la mayoría de los mortales, para mí es muy importante y triste. 
Por supuesto las redes sociales no ayudan, ver a mis amigos y casi desconocidos vivir las cosas que yo quiero vivir... sonreír en los lugares en los que me muero por estar... eso no es fácil. No es envidia tampoco... es sólo uno de esos momentos en la vida en los que te gritas por dentro '¿por qué ellos pueden y yo no?', y te sientes incapaz, menospreciada, bruta, poca cosa.... débil.
Siempre me he sentido con mala suerte. Más mala suerte que las personas que me rodean. La vida nunca se me daba como yo quería, ninguna fecha, ningún momento especial del que puedo hacer memoria ha salido como lo planeaba o mejor. Simplemente no lo es.
Y no es cierto lo que dicen, no es sólo cuestión de actitud. Porque me he cansado de tener la actitud más positiva del mundo, de pegar fotos de mis sueños en mi pared para tenerlos presente, de hacerme metas y esperar y trabajar y en algún momento de mi vida, hasta de rezar.
Es por esta depresión que no había escrito más en el blog. No me sentía con ganas de compartir mi vida algo vacía.
En este justo momento, en que el año casi acaba, en que mi relación empieza a prosperar, y empezaré pronto el final de mi carrera... me pregunto ¿y luego qué, Wen?...
Ni siquiera tengo un plan. Y ya no estoy tan segura de querer armar uno... ¿para qué? siempre termino deshaciéndolos. Y es difícil pensar asi cuando estás enamorada y no paras de visualizar tu futuro con el hombre que te acompaña... aunque a veces, por cuestiones de la vida, se vea borroso y no te reconozcas en la imagen que proyecta tu cabeza.

Hoy, y desde hace tiempo, queridos, me he cansado de mi vida, y de querer abrazarla.

3 comentarios:

  1. Me sentí tan identificada... leerte es leerme.
    Besos!

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  2. Te entiendo perfectamente, yo también estoy atravesando una etapa.. "difícil" y no se muy bien cómo encajarla ni cómo sacarla adelante. Siempre he intentado ser una persona positiva, de esas mujeres capaces de afrontar cualquier problema con una sonrisa y un golpe de melena; aunque es cierto que cada vez se vuelve más complicado.
    Pero recuerda, "Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes", hacemos cuanto podemos por ser felices. Vive ahora tu vida de la manera que te haga saltar de alegría, esos momentos son los únicos que te hacen querer seguir en el camino.
    Un beso muy grande :)

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    1. Sí, mi intención no era sonar desagradecida con lo que tengo ni tan quejosa en ese momento. Es sólo que es algo duro no saber qué hacer, cuando estas acostumbrada a cargar siempre una agenda perfectamente organizada.

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