A
menudo siento, gracias a mi manera de ver muchas cosas, que no soy la mejor de
las personas., que de hecho, soy demasiado ‘ácida’ para decir ciertas verdades
no absolutas, que la mayoría de las personas conocen, pero no aceptan en voz
alta. Es que soy de esas personas que la mayoría de las veces no se preocupa
demasiado en herir susceptibilidades. Esta es una de esas verdades en una de
esas veces:
Para
entrar en contexto primero, debo decir que terminé la escuela en un instituto
donde la mayoría de los estudiantes son de estrato 1 y 2, y a veces, hasta
cero. Esto quiere decir que la educación que se recibe en ese plantel no es la
más completa, aunque para hacer honor a la verdad, sí tuve excelentes
profesores en algunas asignaturas. Pero además, para hacer honor a mi verdad, siempre he creído que las
personas de estratos bajos son de estratos bajos por herencia, y tienden a
heredar lo mismo. La pobreza económica comienza en la pobreza mental… Seguro
algún filósofo famoso habrá dicho algo similar y subconscientemente me lo esté
copiando. En resumidas cuentas, En mis últimos tres años de colegio estuve rodeada
por personas con diferentes niveles de educación (en casa) y muy contrastadas
formas de soñar y de ver el tan deseado ‘éxito’.
Afortunadamente
terminé el colegio en el año 2007, hace ya casi una década, y es muy a propósito
que no mantenga contacto con más de tres o cuatro personas, exagerando el
número. La verdad, esos tres últimos años estuvieron llenos de ansiedad por
terminar, no tanto para entrar a la universidad, no… eran deseos de salir de
ahí y rodearme de otro tipo de personas. Personas más como yo. Personas que no
piensen como describiré más adelante.
Y
es que hace un par de semanas empezó a sonar en Facebook la idea de una reunión
de egresados de la promoción. No me emocionó mucho, la verdad, pero todos
empezaron a agregarse o a escribirse en el muro, a ponerse al día con sus
vidas, y a preguntar qué de nuevo había, aparte de los obvios kilos ganados
por todos a lo largo de los años, incluyéndome. Yo, que soy experta en ignorar invitaciones
y mensajes en Facebook, fui leyendo lentamente de las vidas de personas en las
que no pensaba desde el día de mi graduación.
No
tardaron mucho en preguntarme qué había sido de mi vida… y… ¿qué ha sido de mi
vida desde que terminé el colegio? Pues no soy el ejemplo del éxito que todos
hubiesen pensado en mi discurso de grado con mi toga y mi birrete de un gris
horrendo… no. Pero tampoco me va tan mal. La verdad no me molesté en responder.
Empezaron a hablar de sus hijos, de teteros, de lo caro de los pañales, y que a veces no había para
comprarlos… cuando otra persona ya había formulado la pregunta que me dejó sin
habla…
Madre adolescente: Pérez ¿CUANTOS HIJOS TIENES YA?
De
inmediato escribí que cero, que no tenia hijos ni vivía con ningún ‘marido’
(como le dicen acá a los hombres que viven en unión libre *facepalm*). Varias
de mis ex-compañeras de inmediato no lo podían creer, si ya tenía más de veinte
años ¿sin marido? ¿sin hijos? Qué perdedora les debí parecer.
Madre adolescente: No te lo puedo creer Wendy Pérez… ni uno solito?
No
lo podía creer yo… ¿Desde cuando no tener hijos a los veintidós es una
vergüenza? De hecho, si alguna sensación debe producirme, es orgullo.
Wendy sin hijos: no. Al cielo gracias
Y la respuesta que me enojó, más por lo hueca que por el perdido intento de ofensa fue esta:
Madre adolescente No. 2: mija estás en nada… te vas a dejar coger de tus 25
sin hijos.
HIJOS.
En PLURAL.
Wendy sin hijos: Sí… obvio. Lo único que quiero es graduarme. Ya
termine la carrera, sólo me falta terminar mis prácticas.
Madre adolescente No. 2: uy sí… verdad que tu no estudiaste una
teconolojía. A mí sí me gusta trabajar de una, kien ubiese pensando que tú estarías así
No
lo podía creer. Esa gorda de 80 kilos y dos hijos, que acababa de decir que no
le alcanzaba para comprarle los pañales a su bebé, sentía lástima por mí.
Porque elegí una carrera de cinco años y no una de dos, y porque creo que si se
va a tener hijos es para que no le falte nada, cuando a mí ya no me falte nada….
Hice
lo que pocas veces hago. Me mordí la lengua (las manos, porque escribía). Hasta
que mi excompañero Jacob* entró en la conversación y les dijo “ella pa’ qué
quiere hijos? Yo por ahí la veo con un montón de gringos por europa o algo por
allá… eso donde fue?”
Pero
Madre adolescente No. 2 contestó por mí:
Madre adolescente No. 2: ay yo no sé la gente acá pa’ qué se quiere ir por
esos laos… nada como mi Kartagena bella… yo de aquí no salgo, eso es pa gente
que no tiene nada en la cabesa y quieren es rumbea’ y no piensan en sus hijos
ni en su marido, ni en su FUTURO.
Tuve
que abandonar la conversación para no atacar a bebés feos ajenos. Pero
antes tuve que responderle:
Wendy sin hijos: 1. No tengo hijos porque no he querido dejarme ‘preñar’
de cualquier loser que se me pone enfrente y sin trabajo, o que trabaje en una
buseta. Loser es perdedor en inglés. 2. No estudié una carrera tecnológica con
G, porque aspiro a ser jefe y no auxiliar.
Y 3. El que crea que Cartagena con C es la mejor ciudad del mundo es
porque no ha salido de aquí o porque ha viajado sin plata.
Nunca
estuve tan feliz de no tener nada que ver con personalidades tan mediocres. Es
que me repugna la idea de que una joven de mi edad o ligeramente mayor… tenga
como mayor aspiración en su vida llenarse de estrías, tener tres hijos de tres
hombres, o en el mejor caso, de un hombre que la mantenga, y vivir por siempre
en el apartamento de su suegra en un cuartico apretado, sin carro, sin casa,
sin título, sin saber inglés, sin viajar, y teniendo a esos pobres niños tan
descuidados… porque yo sería incapaz de subir una foto de mi hija de dos años o
menos, desnuda jugando en el patio de la casa con una muñeca rota. Supongo que
ese futuro le espera a los hijos de sus hijos. La pobreza se hereda.
Madre adolescente No. 2 se ha ofendido y ha osado escribir en mi muro:
"eres una beach, tu 100pre tan creída. Te veré preñada y llena de hijos de varios maridos".
Lo borré antes de que un homo sapiens de verdad pudiera leerlo.
¿Qué hice mal? ¿Muy mal? Muy inmaduramente, se me salió la adolescente resentida que fui en el colegio, que odiaba a todas esas niñas mal habladas que pensaban que una mitocondria era un animal de China o que un hipérbole era una forma de triángulo…
Le escribí en el muro a Madre adolescente No. 2, la que siempre me odió y siempre odié…
"eres una beach, tu 100pre tan creída. Te veré preñada y llena de hijos de varios maridos".
Lo borré antes de que un homo sapiens de verdad pudiera leerlo.
¿Qué hice mal? ¿Muy mal? Muy inmaduramente, se me salió la adolescente resentida que fui en el colegio, que odiaba a todas esas niñas mal habladas que pensaban que una mitocondria era un animal de China o que un hipérbole era una forma de triángulo…
Le escribí en el muro a Madre adolescente No. 2, la que siempre me odió y siempre odié…
“¿tienes
para comprar tus pañales? Te los regalo?”
Prometo
hablar de este tema de una forma más objetiva, madura y profunda. Pero
honestamente…. ¿POR QUÉ HAY GENTE TAN MEDIOCRE? Supongo que a los ojos de
ellos, yo también lo soy…. No soy madre, ni tengo un diploma que me permita ser
auxiliar o asistente de algo… ni tengo un hombre que cobra en los buses que me
mantiene, o tiene una moto y con eso se ‘rebusca’ diariamente… tampoco tengo
una suegra que vive conmigo y me enseña cómo criar a mis hijos de la manera
correcta, ni debo quejarme porque me quedó la panza llena de estrías o la marca
de mi cesárea se nota demasiado. Sobra decir que la reunión de la promoción es
hoy (7 de agosto) y tengo cero ganas de escuchar a esa gente hablar de cómo
preparar un buen tetero, sin desperdiciar fórmula para que salga más barato.
La ortografía fue exagerada. Para mejorarla. No puedo ezcribiir azzí.
La ortografía fue exagerada. Para mejorarla. No puedo ezcribiir azzí.