martes, febrero 11, 2014

Profesores


Sé que ha pasado un tiempo considerablemente largo desde que escribí en el blog.
Esta es mi primera entrada del año y no quiero hacer que suene triste, pero veremos...

Hace casi dos semanas, navegando por internet, me encontré con esta noticia
No podía creerlo. Leía una y otra vez el nombre del accidentado, y se me llenaron los ojos de lágrimas al ir a la universidad y encontrarme con un letrero que invitaba a los estudiantes y docentes a asistir a las exequias del querido profesor.
El dr. Covo nunca me dio clases. Por el breve tiempo que estuve estudiando en la facultad de ingeniería, sólo llegué hasta tercer semestre, y el doctor daba clases a partir de sexto. Pero no olvidaré que durante mi primer día, algunos profesores se presentaron y nos dieron la bienvenida, estaba el profesor de inglés, el de cálculo integral, y estaba él, de cimentaciones y experto en geología. Me impresionó y al tiempo me pareció que era un profesor muy amable. 
Con el tiempo, haciendo parte de la facultad de ciencias económicas, seguía y sigo en contacto con mis amigos de ingeniería, con quienes a menudo intercambiaba quejas y conversaciones. 
Este profesor nunca fue parte de un mal comentario por parte de ellos. Nunca. Y menos ahora. Todos me hablan de lo amable que era, de lo inteligente, y hasta genio.
Los genios no deben morir.
Sin haber compartido nada con él, sentó y siento un profundo pesar en mi corazón. 
Considero que la profesión de docente es una de las más nobles. Algunos estudiantes a lo largo de nuestra vida académica, no valoramos su brillantez. Pero luego habemos otros que sí lo notamos. Que lo apreciamos.
Poder compartir tu conocimiento con otros y tener el poder de influir tanto en sus vidas, y hacerlo de manera positiva, corrigiendo errores y moldeando una persona en construcción, es algo sumamente hermoso. 
Me pregunto cuántos profesores a lo largo de mi vida han fallecido. Recuerdo algunos con tanto aprecio, desde mi primaria hasta el día de hoy.
Considero que por esa parte, he sido una buena estudiante. 
El año pasado por ejemplo, tuve la maravillosa oportunidad de recibir clases del profesor H. H es un excelente docente de finanzas y presupuestos. Creo que su cerebro no le hace justicia al tamaño, porque describirlo debería ser una cabeza con piernas. Pero no, el profesor H tiene una cabeza de tamaño normal, aunque mida poco menos de dos metros.
En el 2012 tuve que repetir su clase, debido a mi viaje a Turquía, no pude hacer los exámenes finales y me costó la nota final. Así que en 2013 cuando tuve el placer de volver a ver clases con él, no lo defraudé. Me siento tan agradecida con el conocimiento impartido que no pude evitar comprar un libro para él que espero le haya gustado. 
Siento que aprendí tanto de él, y de tantos otros profesores a lo largo de mi vida, que me parece increíble que sólo sea una parte de lo que conocen lo que nos muestran y enseñan.
Es muy triste enterarse de la muerte de una persona que ha tocado tantas vidas de una forma tan bonita. Y seguirá siendo triste siempre. Mi madre y padre, que fueron a la misma universidad a la que vamos hoy mis hermanas y yo, hace casi tres décadas, aún se conduelen de la muerte de sus profesores inolvidables. 
Hoy os invito a ser más agradecidos con estas personas, a demostrarles así sea de manera anónima o simple, lo hermosa de su labor, que a veces es tan ingrata. 
He tenido la dicha de tener tan excelentes personas en mi vida académica, que muchas veces me encuentro considerando hacer de ello mi carrera.

Que en paz descanse el Doctor Alvaro Covo.
Su familia, amigos, colegas, estudiantes y no estudiantes lo quisieron mucho, y lo respetamos en su memoria.

viernes, diciembre 20, 2013

Changes


Bueno...
rara vez cumplo las entradas que prometo en el blog con eso de que 'ya les contaré'.... por lo general se me olvida, o las escribo y terminan por no gustarme y quedan en borrador. 

Pero por lo del fin de año, que los que ya me conocen saben de mi nostalgia, me siento perdida. Más que nunca, y hoy les contaré porqué.
Soy una persona muy cuadriculada, necesito de estímulos siempre para poder hacer las cosas, y como buena géminis, me aburro fácilmente de casi todo, como los niños caprichosos que quieren un juguete y cuando se lo dan, ya como que no lo quieren tanto. 
El caso es que a mis veintiún años estoy en un momento de mi vida muy parecido al de los adolescentes de dieciséis. No sé qué hacer.
Estoy a seis meses de acabar la carrera (con sólo dos materias-clases-cursos-lecturas o como les digan), queriendo empezar la tesis de grado y las prácticas empresariales (internship)...
Los planes que hace doce meses tenía más claros que el aire, los he deshecho por completo. O casi por completo. He empezado una relación con Jaime, llevamos saliendo desde finales de Julio y somos novios desde Septiembre. 
Empezar una relación implicaba muchas cosas para mí... la primera era sentirme lista. No hacía mucho que me sentía enamorada de un extranjero que prometía cumplir un par de sueños ya deshechos, y mis inseguridades y complejos no andaban en su mejor momento. 
Como siempre he tenido el sueño-meta-deseo-necesidad de largarme de esta ciudad apenas tenga mi diploma, tener una relación implicaba plantearme lo siguiente: 
1. La relación tendría fecha de vencimiento desde el día primero. 
2. Ese hombre especial debía querer lo mismo que yo, y pelearlo.
3. Debía renunciar a irme de aquí para que mi relación funcione. 

Ojalá todo fuera tan fácil. 
El caso es que empecé la relación y todo iba y sigue yendo bien entre los dos. Estamos enamorados y la verdad, hace mucho tiempo que no me sentía correspondida. Éso sí es algo nuevo que Jaime me ha dado.

Pero soy una mujer soñadora. Es decir, me alimento de sueños, son como el aire. Mi placer es viajar y es mi meta más grande en la vida... quiero hacerlo ya, ahora que estoy joven, ahora que estoy viva... así que me empeñé en cambiar de trabajo para aspirar a un mejor sueldo, una estabilidad que me diera la posibilidad de ahorro... Lo conseguí por cuatro meses pero no soporté a mi jefe, así que me fui... y no ahorré nada.

Diciembre es un mes que me pone a pensar siempre, como a todos, en las cosas que pudieron ser y no fueron, en los planes y sueños que se prometieron y no se cumplieron. Diciembre no deja de ser, la mayor parte del tiempo, una de mis más grandes pantallas iluminando mis fracasos. Y precisamente hoy hablaba de la única segunda fecha del año que me pone igual de malas... Junio, mi cumpleaños. Hoy hablaba de mi cumpleaños con Jaime y le comentaba que estaba harta de planear siempre pasarla bien cuando nunca se me da... Y eso, compañeros, es algo que aunque sea tonto para la mayoría de los mortales, para mí es muy importante y triste. 
Por supuesto las redes sociales no ayudan, ver a mis amigos y casi desconocidos vivir las cosas que yo quiero vivir... sonreír en los lugares en los que me muero por estar... eso no es fácil. No es envidia tampoco... es sólo uno de esos momentos en la vida en los que te gritas por dentro '¿por qué ellos pueden y yo no?', y te sientes incapaz, menospreciada, bruta, poca cosa.... débil.
Siempre me he sentido con mala suerte. Más mala suerte que las personas que me rodean. La vida nunca se me daba como yo quería, ninguna fecha, ningún momento especial del que puedo hacer memoria ha salido como lo planeaba o mejor. Simplemente no lo es.
Y no es cierto lo que dicen, no es sólo cuestión de actitud. Porque me he cansado de tener la actitud más positiva del mundo, de pegar fotos de mis sueños en mi pared para tenerlos presente, de hacerme metas y esperar y trabajar y en algún momento de mi vida, hasta de rezar.
Es por esta depresión que no había escrito más en el blog. No me sentía con ganas de compartir mi vida algo vacía.
En este justo momento, en que el año casi acaba, en que mi relación empieza a prosperar, y empezaré pronto el final de mi carrera... me pregunto ¿y luego qué, Wen?...
Ni siquiera tengo un plan. Y ya no estoy tan segura de querer armar uno... ¿para qué? siempre termino deshaciéndolos. Y es difícil pensar asi cuando estás enamorada y no paras de visualizar tu futuro con el hombre que te acompaña... aunque a veces, por cuestiones de la vida, se vea borroso y no te reconozcas en la imagen que proyecta tu cabeza.

Hoy, y desde hace tiempo, queridos, me he cansado de mi vida, y de querer abrazarla.

domingo, agosto 11, 2013

Matchmaker



Niños....
Para el año 2008, en Abril, Jota conoció a mi mejor amiga, Cris. 
Cris era una niña muy alocada a quien yo había conocido en el año 2005, en el colegio, pero sólo hasta el año 2007 nos volvimos mejores amigas. A Cris le confiaba todos mis secretos y ella a mí los suyos. Pero había algo que Cris no sabía: yo amaba a Jota. Si, le habia contado de lo mucho que me gustaba, pero yo acababa de terminar con Jeff y no estaba bien aceptar que ya estaba enamorada de otro...

Debí percatarme de algo cuando luego, después de ese día en que Jota y ella se conocieron, ella me preguntó si no sentia nada serio por él, debí decir la verdad, debí decirle que sí... debí percatarme de algo cuando me dijo "Julieta, me cae super bien, es muy divertido... tenias razón, tiene una sonrisa hermosa...". 

Varios días después, Jota me miraba en clase. Por supuesto, a esa edad en que uno siente todo tan a flor de piel, una mirada curiosa entre cuarenta compañeros y un profesor arrogante, significaba el mundo. Era miércoles, lo recuerdo, y Jota no paraba de mirarme. 
Me hace una seña de que me escribirá un papel y me lo mandará. 
Me hizo mucha ilusión. Si quería decirme algo y no podía esperar a que la clase de introducción a la ingeniería se acabara... era porque era importante. Era porque yo era algo importante.
Recibo el papel y lo desdoblo ansiosa. 
Nunca olvidé lo que sentí en ese momento. No durante toda nuestra relación. Abrí el papel y me encontré con su letra garabateada "Wen.... podrías darme el número de Cristina? se me ha perdido"

Muchas conclusiones saqué de esas palabras. 
1. Yo no le interesaba a Jota. 
2. Yo no debí mentirle a Cristina.
3. Cristina me conocía lo suficiente para saber que le mentía y no le importaba. 
4. ¿lo he perdido? ¿en qué momento te lo dio?
5. No sólo yo le mentía  a Cris. Ella a mí también. 
6. Yo era mejor persona de lo que pensaba....

Y lo era porque le di el número y correo electrónico de mi mejor amiga al niño a quien yo amaba. Lo hice con dolor en mi corazoncito puro e inocentemente joven. Pero si eso lo hacía feliz... ¿quien era yo para quitarle eso?
Jota me había llamado por meses y yo siempre estaba con Jeff. Siempre le di prioridad a ese mal novio de colegio. Era normal que se aburriera. 
Cris... en mi mente quería defenderla, justificarla. Lo hice por años y esa amistad acabó en muy malos términos, but more on that later...
Mi justificación fue simplemente que ella no lo sabía. Que yo me había encargado de eso. Y que además, Jota y yo no teníamos nada... ni ella ni él tenían responsabilidades conmigo. Así que tomé un bolígrafo e hice lo que tenía que hacer en el momento. Ser buena amiga. Ser madura. Prestar atención en clase y encontrar la forma de no llorar frente a cuarenta compañeros y un profesor arrogante. 

Y niños... no iba  a saber yo que cinco años después, todo esto debió ocurrir para que yo pudiera conocer a vuestro padre. Sin ese papel, sin Jota, sin Cris... sin todo lo que les contaré... hoy no viviría lo que estoy viviendo. 

sábado, agosto 03, 2013

Devil wears... Armani

Hola mundo blog.
Sé que me han extrañado y no han podido dormir pensando porqué me he desaparecido por más de treinta días... algo no usual en mí.
Brevemente, antes de que me pregunten por la tercera parte de Cómo conocí a vuestro padre.... les doy la noticia:
estoy embarazada!

Ja! es broma!!

Es que el 18 de Junio, cuando cumplí 21 años, empecé un trabajo de tiempo completo en una nueva empresa. Así que abandoné mi antiguo empleo de tres años como traductora (que me tenía harta) y mi empleo de seis meses de guía de turismo... y mi empleo eventual vendiendo suscripciones en Oxford Business....
Ahora soy la asistonta de vicepresidente de una angencia marítima. Debo manejar sus cuentas bancarias, pagos, cobro de facturas, gastos de su esposa, pago de colegio de sus hijas, presupuesto de sus gastos semanales, control de inventario de su finca, pago de sus empleados, control de chequeras,  asegurarme que su café esté bien... aunque nunca se lo tome. Y por supuesto... odiarlo en secreto. Muy en secreto. Mi jefecito es algo mas o menos así:
Pero versión hombre  y un poco más vulgar.
Y mucho mucho mucho más satánico.

Los detalles los daré después, y me comprometo a escribir en esta semana.
Trabajo de 8 a 6 pm... tengo clase de 6:15 pm a 9:45 pm así que entenderán que estoy exhausta... y por cierto... terminaré la universidad en doce meses, no en seis como planeaba, por el trabajo.
Pero la paga es buena. Y por fin.... empiezo a ahorrar para irme de este pueblo. Forever and ever until the end of time.