domingo, noviembre 11, 2012

14. Tierra trágame, con todo y bici.


Hace una semana empezaron los carnavales en mi ciudad. Razón por la cual, como cada año, se cancelan las clases en colegios y universidades. Se podría decir que es una semana de vacaciones, si no hubiesen exámenes finales después de los ocho festivos. 
Entonces todos están de fiesta, menos los estudiantes responsables como vuestra servidora. 
Me he pasado toda la semana traduciendo para ganarme pesos y pagar deudas, así que era Jueves y no había hecho nada para mi examen final de Operaciones. Esa tarde Kaya me soltó la bomba y me pasé llorando toda la noche.
A las 9 a.m me despierta el teléfono y desde la sala escucho a mi hermanita Minijulieta
-aló

Yo sólo pienso medio dormida... 'carajo, pero tiene que sonar tan alto ese aparato?? compraré un inalámbrico con silenciador, he dicho'

-No, está dormida. (...) está bien, adiós.

Me quedo con palabras ECO en mi cabecita somnoloide "Está dormida... dormida... ida... ida...". 
Estaba hablando de mí. Alguien ha osado interrumpir mi muerta vida social para llamarme en la mañana. Me enojo con sueño y pienso " esa Minijulieta me las va a pagar, siempre le digo que si me llaman y estoy en coma debe despertarme y decir 'un momento por favor". 
De pronto abro los ojos como pop corn recién explotado y recuerdo que he quedado desde hace tres días en ir a la casa de Tati a estudiar.  Me quito los blinders con los que duermo, me desenvuelvo de todas las sábanas, tropiezo con el ventilador junto a mi cama y salgo volada a lavarme los dientes mientras me ducho (cosa que amo hacer, me ahorra siempre unos tres minutos). Me aplico el protector solar, agarro el portatil, Me pongo un pedazo de hielo en los ojos hinchados, me robo un yogur de durazno del refrigerador,  cojo la libreta de apuntes y me subo volada en la bicicleta para ir a casa de Tati.
Me he pasado todo el día pensando en cosas que no son Kaya. Se sintió bien estudiar un rato. 
Después de un monótono día de programas y de inventar redes hipotéticas para aprender a ahorrar presupuesto, agarro mi bici y me doy cuenta que hacía mucho no manejaba. No desde que estuve en aquel otro país con él.
Alejo rápidamente mi mente de su nombre y disfruto. 
Manejar bicicleta siempre me despeja la mente. Me pongo los auriculares y doy vueltas antes de volver a casa. Voy sola con el camino de los barrios vecinos, temiendo caerme con el portátil en mi bolso. No me importa. Sigo manejando feliz. 

Como mencioné, estamos en carnavales y la tradición de esta horrible ciudad en la que vivo dice que las personas pueden tranquilamente convertirse en salvajes y arrojar bolsitas de agua a cualquier transeúnte por la calle. Si éste no quiere ser mojado, debe dar alguna moneda, no importa su valor. De no darla, le arrojan la bolsa de agua. 

Pintad la escena: Julieta despechada y con el corazón roto. Va escuchando música en su bicileta. Tiene la mente cansada de tanto estudiar y por si fuera poco, no ha dormido bien. Va escuchando música en su bicicleta. Va escuchando música en su bicicleta. Va esccuhando música... música. Con auriculares. Está sorda a otra cosa que no sea Freddie Mercury. Va en su bicicleta. Va medio sonriendo sintiéndose libre. Como en las películas. Y como en las comedias, siente de pronto que la música se frenta cual vinilo fuera de lugar cuando tiene en su cara una bolsa de agua reventada que la hace perder el control y caerse de lado con todo y bolso mientras niños no mayores a los ocho años ríen.
No escuché el tradicional 'plata o agua'.

Resignada y medio riendo, me he puesto de pie llena de tierra, me he sentado dignamente en mi bicicleta y he conducido los cinco minutos a mi casa. Me he dado un baño decente y me he sentado a bloggear. Noto con horror que tengo los tobillos ensangrentados y tres uñas rotas. 

Pero bueno, no todo es drama en mi vida... me he reconciliado con mi bici y después de las absurdas festividades de mi ciudad, montaré de nuevo. Lo peor que puede pasar es que me vuelva a caer mientras distraigo mi mente de Kaya, a la vez que pierdo los kilos que ganaré de tanto comer helado en mi etapa depresiva.

2 comentarios:

  1. Hahahaha ya me imagino la escena. Yo generalmente odio que me mojen o me asusten cuando estoy concentrada, y si son las dos veces a la vez... ¡uy!

    Nunca he probado lo de ducharme y lavarme los dientes a la vez, pero tendré que hacerlo algún día a ver qué tal.

    P.D: los captcha que tengo que escribir para comentarte me tienen loca, no sé por qué, pero siempre los fallo y tengo que escribir 3 diferentes...

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    1. jajaja, ya los elimino, lo había olvidado. Nunca me han gustado...

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